Localizar las posibles ausencias de integración en los procesos durante la gestión de la infraestructura, dimensionar los impactos  que esto genera en la operación y la administración permite corregir en tiempo y forma posibles fallas económicas derivadas de estas problemáticas.

Ser eficiente en los procesos, automatizar tareas y evitar la redundancia de información ayuda a prevenir conflictos entre las áreas administrativas y las operativas.

Cada implementación requiere orientar a los usuarios que van a operar los nuevos procesos, esta dinámica se brinda mediante capacitaciones  dirigidas.

Entregar las soluciones acompañadas de técnicos durante el proceso de maduración de la solución, brinda estabilidad y confianza  al equipo responsable de la operación del proyecto.